La elección de una máquina para el corte y biselado de tubos depende de cinco criterios fundamentales: el diámetro y el espesor de las paredes de los tubos a procesar, el tipo de material (acero al carbono, inoxidable, dúplex), el volumen de producción requerido, el entorno de trabajo (taller o obra) y el presupuesto disponible. Las máquinas de trabajo en frío garantizan precisión sin distorsiones térmicas, permitiendo preparar uniones soldadas conformes a las normativas.
Evaluación de las características técnicas de los tubos a procesar
La elección de una máquina comienza con el análisis de las dimensiones del tubo. El mercado ofrece soluciones para un rango muy amplio: desde fresadoras para tubos con un diámetro interno de 12 mm hasta cortatubos específicos para diámetros de 60 a 100 pulgadas, equipados con motorización hidráulica.
El espesor de la pared es otro parámetro crítico. Las máquinas profesionales gestionan rangos de 1 mm hasta 100 mm, con sistemas de avance automático para los espesores mayores. En cuanto a los materiales, los cortatubos en frío modernos, como los de GBC, trabajan acero al carbono, inoxidable, dúplex, Inconel y otras aleaciones especiales. Las herramientas de acero rápido con cobalto (HSS 8% Co) son adecuadas para todo tipo de aceros y aleaciones especiales, con plaquitas intercambiables adaptables a diferentes aplicaciones.
Comparación de tecnologías de corte y biselado
Mecanizado mecánico en frío
El fresado mecánico es la tecnología de referencia para preparaciones de alta calidad. Sus principales ventajas incluyen la ausencia total de zona afectada por el calor (ZAC = 0 mm). El fresado en frío utiliza insertos de metal duro que retiran material sin generar calor.
Otra ventaja es la capacidad de realizar biseles de alta precisión, con ángulos estándar de 30°, 37,5° y 15° para bisel interior, además de 90° para refrentado. La precisión angular es determinante porque la preparación de uniones está regulada por la serie de normas norme UNI EN ISO 9692, que especifica las características geométricas según la técnica de soldadura y el espesor.
El biselado crea un ángulo en el extremo del tubo que permite al metal fundido fluir entre los bordes para una adhesión más fuerte. Sin una preparación correcta, la soldadura no penetra lo suficiente y las uniones resultan más débiles, con riesgo de fugas y fracturas.
Tecnologías alternativas
La comparación con tecnologías térmicas evidencia diferencias sustanciales. Aunque plasma y láser ofrecen mayor velocidad en chapas finas, presentan limitaciones críticas en tubos de gran espesor: distorsión térmica, necesidad de amolado posterior al corte e incompatibilidad con ciertos materiales altamente aleados. El fresado en frío resulta la única tecnología universalmente aplicable a todos los materiales metálicos, sin limitaciones, garantizando además mayor precisión.
Portátil o estacionaria: qué tipo elegir
La elección entre máquinas portátiles y estacionarias depende de la aplicación principal. Las máquinas portátiles son indispensables para obras, tuberías e instalaciones in situ, donde la movilidad es un requisito fundamental, y pueden ser operadas por un solo operador.
El amarre de las fresadoras de tubos puede ser interno o externo. El amarre interno utiliza mordazas expansibles insertadas en el tubo, mientras que el amarre externo aplica presión desde fuera. Este modelo también es especialmente indicado para aplicaciones en los sectores médico y alimentario, donde es fundamental que la superficie interna del tubo no sea alterada en absoluto, para no comprometer la calidad y seguridad del material que circula por su interior.
Las máquinas estacionarias garantizan mayor potencia y precisión para producciones en serie en taller. Las biseladoras estacionarias utilizan sistemas de amarre autocentrantes y antideformación que aseguran una sujeción estable y segura del tubo. El control automático de la fuerza de amarre permite obtener mayor precisión y calidad de trabajo.
Motorización: eléctrica, hidráulica o neumática
La elección de la motorización depende del entorno de trabajo y de la potencia necesaria. Los cortatubos y fresatubos profesionales pueden tener alimentación neumática, eléctrica, hidráulica o brushless, según las necesidades concretas.
La motorización eléctrica ofrece control preciso de la velocidad, bajos costes operativos y mantenimiento reducido. Es adecuada para uso en taller, donde hay disponibilidad de red eléctrica, y es ideal para diámetros medianos y pequeños (1–36 pulgadas). Las versiones brushless garantizan mayor eficiencia y menor ruido. Algunas fresadoras también están disponibles con alimentación por batería (por ejemplo, las series Mini o Boiler de GBC), ofreciendo portabilidad para intervenciones en lugares de difícil acceso.
La alimentación neumática es una alternativa válida, ofreciendo seguridad en ambientes con riesgo de explosión o donde no hay electricidad disponible.
Para tubos de gran diámetro y espesores importantes, la alimentación hidráulica suele ser la más adecuada. Esta garantiza el par necesario para trabajos en tuberías de gran espesor, utilizadas con frecuencia también en el sector nuclear.
Precisión y repetibilidad del proceso
La calidad de la preparación influye directamente en la resistencia de la unión soldada. Las normativas de soldadura regulan los tipos de preparación según la técnica de soldadura, el espesor, la forma del borde y la resistencia requerida.
Algunas máquinas integran sistemas de copiado que compensan irregularidades y ovalizaciones del tubo, o pueden equiparse con portaherramientas con sistema de copiado y avance automático. El avance manual, aunque económico, requiere operadores expertos y genera variabilidad en la calidad final. Los sistemas automáticos programables permiten almacenar parámetros para diferentes materiales, garantizando repetibilidad incluso con cambios frecuentes de producción.
La precisión del ángulo de biselado es fundamental: sea 37,5° o detalles más específicos, es necesario mantenerse dentro de las tolerancias para obtener una soldadura fuerte. La longitud del bisel debe ser uniforme en toda la circunferencia y el acabado superficial liso, sin bordes ásperos que puedan afectar la calidad de la soldadura.
Presupuesto y retorno de la inversión
Los cortatubos y fresadoras mecánicas en frío representan una inversión menor respecto a los sistemas láser, con costes operativos reducidos. El uso de plaquitas de metal duro permite reducir los costes de producción gracias a su larga vida útil.
El retorno de la inversión debe evaluarse también considerando el ahorro en retrabajos y la reducción de desperdicio. Los costes operativos incluyen herramientas de consumo, mantenimiento ordinario y formación de los operadores.
Para proyectos específicos o picos temporales de producción, el alquiler representa una alternativa válida a la compra, permitiendo acceder a tecnologías avanzadas sin la inversión inicial completa.
Asistencia técnica y disponibilidad de repuestos
La elección del proveedor no se limita a las características técnicas de la máquina. La asistencia posventa y la disponibilidad inmediata de repuestos garantizan continuidad productiva. Desde hace más de 40 años, GBC diseña y produce máquinas estándar y personalizadas, permitiendo superar límites de espesores y geometrías.
Esta capacidad de personalización nos permite afrontar aplicaciones específicas que requieren preparaciones particulares. Las herramientas están disponibles para los ángulos de biselado más comunes y pueden producirse bajo pedido para necesidades especiales.
La disponibilidad de kits opcionales amplía las capacidades de las máquinas, permitiendo extender el rango de diámetros. Además, ofrecemos formación y asistencia in situ o telefónica, así como intervenciones técnicas especializadas en obra, para identificar soluciones adecuadas a cada situación.
Contacte a GBC para recibir una asesoría personalizada según sus necesidades.